«El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús nos presenta a ese Dios que llama a todos, y parece que muchos huyen. Al final, Dios sale incluso «a los cruces de los caminos» para que nadie se quede sin invitación. Dios es bueno, paciente, misericordioso... Pero, porque es bueno, es justo: a su Casa eterna no puede presentarse quien no «tiene traje de boda».
—El tema es sencillo: el Cielo es un lugar de Amor. El comodón, el egoísta, el ricachón, allí se aburre. Peor, ¡no soporta la idea del Cielo!