«Todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
Comentario del Evangelio
Hoy se acaba el “Sermón de la montaña”. La multitud maravillada escucha a Jesús con gusto, pero algunos son como estos codos de los grandes ríos que bajan del Himalaya: siglos pasando el agua por encima; ahora bien, por dentro están secos. Jesús sabe que si no acogemos sus palabras, si no las ponemos en práctica, tenemos para mañana asegurado el fracaso de nuestra vida, de nuestra familia y de la sociedad.
—Él no quiere que fracasemos, por esto nos insiste con fuerza que hemos de construir sobre roca. ¡Gracias, Jesús!