27 de Junio: San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor de la Iglesia
Texto del Evangelio Mt 5,13-19
«Si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres».
Comentario del Evangelio
Hoy veneramos a san Cirilo de Alejandría (370/80-444), conocido como el “custodio de la exactitud” (por su fidelidad a la fe) y “sello de los Padres” (por su fidelidad a la Tradición eclesial). Cirilo pronto se encaminó hacia la vida eclesiástica y recibió una buena formación. Tras la muerte de su tío Teófilo (obispo de Alejandría), Cirilo —muy joven todavía— fue elegido en el año 412 obispo de la influyente Iglesia alejandrina, gobernándola con gran firmeza durante 32 años.
Fiel a la Tradición, Cirilo de Alejandría se opuso firmemente al obispo de Constantinopla, Nestorio, porque éste prefería para María el título de “Madre de Cristo”, en lugar de “Madre de Dios” (muy arraigado en la devoción popular). Nestorio pretendía subrayar tanto la importancia de la humanidad de Cristo que la separaba de su divinidad (como si Jesús tuviera que ser dos personas). El Concilio de Éfeso, a. 431, depuso a Nestorio.
—San Cirilo de Alejandría fue un incansable y firme testigo de Jesucristo, Verbo de Dios encarnado, subrayando sobre todo su unidad: «Uno solo es el Hijo, uno solo el Señor Jesucristo, ya sea antes de la encarnación, ya sea después de la encarnación».