El Espíritu empujó a Jesús al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás.
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús prepara el anuncio de nuestra salvación: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca». Jesús no se conforma con “sermonearnos”: Él, sobre todo, reza por nosotros; se marcha al desierto para recogerse, rezar, ayunar... Eso puede sonar raro, pero nosotros necesitamos hacer lo mismo. Por lo menos, un poco cada día.
—«Convertíos y creed en la Buena Nueva». Cuando el hombre no reza ni se sacrifica, entonces su vida se convierte en un desierto donde uno muere de aburrimiento.