Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Comentario del Evangelio
Hoy vemos cómo la gente de corazón humilde percibe la fuerza de la predicación de Cristo, pero se rebotan con los escribas. ¿Por qué? Para los escribas lo primero era cumplir leyes, sin mirar a las personas; para Cristo lo primero era ayudar a las personas (salud, alimento, consuelo) y, a la vez, acompañarlas en el camino de la vida moral.
—Haz el bien y no mires a quién. ¡Predica con el ejemplo!