Al entrar [Jesús] en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios…
Comentario del Evangelio
Hoy comprobamos cómo nuestra actitud de fe puede remover el corazón de Jesucristo. Aquellos leprosos, venciendo el rechazo social que sufrían y con una buena dosis de audacia, se acercan a Jesús y le “obligan” con su confiada petición: «¡Ten compasión de nosotros!». La respuesta de Jesús es “fulminante”: inmediatamente quedan curados.
—Un poco de fe puede mucho: si no vemos más milagros es porque “obligamos” poco al Señor.