«Vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesucristo nos sitúa. Vivimos unos tiempos en que, frecuentemente, el hombre pretende ocupar el lugar de Dios. Desde hace algunos siglos, los avances de la ciencia y de la técnica se han disparado. ¡Eso es bueno! Lo malo es olvidarse de Dios, pensando que no nos hace falta ningún “dios”, que las religiones son un freno para el progreso o que nosotros mismos somos “dios”...
—Pero, ¿de verdad hemos progresado mucho? ¡El siglo XX tiene el récord de asesinatos y genocidios! ¿Y la pobreza escandalosa que todavía hay en el siglo XXI? ¿Progreso? Somos bastante inútiles… Si, por lo menos, fuéramos siervos de Dios…