Jesús decía a sus discípulos: «(…) El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho (…). Ningún criado puede servir a dos señores».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesucristo nos lleva al amor fiel. ¿Cómo? ¡Las cosas pequeñas! Dios mismo, siendo tan grande, se ha hecho “pequeño”. En Belén, en la Eucaristía… Y en la Cruz siguió “pequeño”. «Baja de la cruz y creeremos en ti»: ¡Jesús no bajó!; prefirió quedarse pequeño.
—Cuando el hombre “des-cuida” la fe (por ejemplo, deja la misa), casi sin darse cuenta, va dejando a Dios de lado, como un “florero” (“no te niego, pero ya no te necesito”). Al final, se le niega (“ya no existes”). Y más al final, el hombre “des-cuida” al hombre (familia, colegas…). Conclusión: ¡Dios o nada!