Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde Él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir (...). Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo». Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive».
Comentario del Evangelio
Hoy vemos un gran milagro: ¡una curación a distancia! Jesucristo sólo ha escuchado la voz del papá que suplica, pero al niño ni lo ha visto, ni tocado... Jesús está “en todas partes”. ¡Jesús es Dios!
—¿Te imaginas cuántas cosas podemos conseguir si se las pedimos a Dios? Aunque el enfermo, o el terremoto… estén a miles de kilómetros.