Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?».
Comentario del Evangelio
Hoy el milagro “funciona” de otro modo. El paralítico está ahí tirado, desde hacía 38 años. ¡Pobre desgraciado! Incapaz de nada. Jesucristo se anticipa y le pregunta. El enfermo explica lo que le pasa, pero ni siquiera pide su curación… No se le pasa por la cabeza. ¡Tantos años! Esa situación triste remueve las entrañas del Cristo-Dios…
—¡Así está la humanidad!: paralítica y enferma de “pecado original”. A veces ni lo pensamos. Estábamos desde hacía tiempo “tirados”, en estado lamentable. Nada podíamos hacer. Ni se nos pasaba por la cabeza que Dios pudiera curarnos. Pero Él tomó la iniciativa y dio su propia vida por nuestra salud.