«Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús nos presenta a su Padre. En la parábola del “hijo pródigo” descubrimos la infinita misericordia de Dios: el padre —lleno de dolor— respeta la decisión del hijo que, por amor a la libertad, acaba perdiendo la libertad y se queda sin ningún amor. Al final se acuerda de su padre: es su última esperanza... ¡Esperanza que no defrauda!: el padre lo recibe como hijo, con los brazos abiertos y con inmensa alegría.
—El padre no recuperará el dinero dilapidado por el hijo: ¡no importa! ¡Tú vales más que el dinero! ¡Eres mi hijo!