En aquel tiempo, Jesús (…) vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.
Comentario del Evangelio
Hoy, Jesucristo cumple con el compromiso de su religión judía: es sábado y va a la sinagoga, como nosotros vamos a misa los domingos. Jesús es un buen maestro: cumple con sus deberes, obedece, participa en su “iglesia”. Por eso su predicación tenía éxito. Las gentes veían que predicaba con el ejemplo.
—Nuestra buena conducta ayuda a los demás: una imagen —un buen ejemplo— vale más que mil palabras.