[Jesús] viene hacia ellos caminando sobre el mar (....). Ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar (...), pero Él, al instante, les habló, diciéndoles: «¡Ánimo!, que soy yo, no temáis!».
Comentario del Evangelio
Hoy nos impresiona esa imagen: Jesucristo anda tranquilamente sobre el mar. Él no acostumbraba a hacer cosas llamativas, milagrosas, pero esta vez sí: lo permitió para reforzar la fe y la confianza de los Apóstoles.
—En nuestras vidas también hay tormentas, olas que parecen insuperables, vientos irresistibles… ¡No tengas miedo! Grita, llámale… El Señor de los mares y de la tierra viene siempre en nuestra ayuda.