En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe!».
Comentario del Evangelio
Hoy continuamos escuchando las quejas de Jesucristo porque los escribas y fariseos hacían sufrir a las almas. ¡Muchos mandatos de cosas y poca comprensión con las personas! ¡Mucha cosa y poco corazón! Por esto el Corazón de Jesús “revienta”.
—Señor, no quiero ser ciego, no permitas que vaya a la mía, inventándome la religión a mi gusto. ¡Jesús, llévame por tu camino!