Ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron
Comentario del Evangelio
Hoy asistimos a la primera multiplicación de panes y peces. Es un anticipo de la Eucaristía. Nosotros no solemos contar con Dios y, entonces, nos descontamos: ¡no hay para todos! (“sabia” conclusión).
—«No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces». ¿Y Jesús? ¿No cuenta? ¡Veinte siglos y nunca se ha agotado ni su Amor ni la Eucaristía!