«También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra».
Comentario del Evangelio
Hoy tenemos otra imagen del Reino de los Cielos: la perla fina. Lo de “perla fina” suena a algo muy apreciado. En este caso, Jesús añade de «gran valor». Es decir, ahí hay mucho “valor añadido” (como se diría en el mundo de la empresa).
—No hay que vivir en las nubes sin mirar a la tierra (porque tropezaríamos), sino de no olvidarse del cielo (para no perderse). ¿De verdad el Cielo es tu “valor añadido”?