Mucha gente caminaba con Jesús, y volviéndose les dijo: «El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío».
Comentario del Evangelio
Hoy es san Ignacio de Loyola (1492-1556). Vivió años de vida cortesana, soñando con aires de grandeza caballeresca. Pero la obligada convalecencia, como consecuencia de una herida de guerra, fue la providencial ocasión para leer reposadamente la vida de Jesucristo y la de algunos santos. Esto le “despertó” el espíritu: «¿Y si yo hiciera lo mismo que san Francisco o que santo Domingo?», comenzó a preguntarse.
—San Ignacio, despojándose de cosas y sueños, comenzó a entregarse a la vida de oración y a la atención de los demás. En ese camino se le juntaron unos cuantos compañeros con los que fundó la Compañía de Jesús.