El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro...
Comentario del Evangelio
Hoy, María Magdalena ha madrugado: ¡interesante! (“A quien madruga, Dios le ayuda”). Para ir al encuentro de Jesucristo sepultado: ¡interesante! (mucho amor para ir a un lugar tan triste). El sepulcro está vació: ¡interesante! (Jesús ha resucitado, aunque ella todavía no lo sabe). María conoce a Jesús pero no lo reconoce cuando lo ve resucitado: ¡interesante! (Jesucristo no es un “re-aparecido” cualquiera). Jesús la ayuda a reconocerle. ¿Cómo? ¡Llamándola por su nombre!: «¡María!». Inmediatamente: «¡Maestro!». Interesante: ¡basta el nombre! (eran buenos amigos, buenos conocidos).
—¿Cuántas veces Jesús te ha llamado por tu nombre? María se lanzó inmediatamente a los pies de Jesucristo. Tú, ¿cuánto has tardado? ¿Necesita Dios llamarte muchas veces?