«¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido».
Comentario del Evangelio
Hoy nos asusta el tono que emplea Jesús. ¿Tan grave es el asunto? Jesucristo se queja por la falta de fe entre los habitantes de esas poblaciones. ¡Y eso que Jesucristo había hecho ahí grandes milagros! Faltar a la confianza en Dios: he ahí el único error que nunca debiéramos cometer.
—La fe no depende de los milagros, sino de la oración y de la amistad con Dios. Milagros, milagros… también se producen en nuestros días. ¡Y sólo los ven los amigos de Dios!