Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?». Él les respondió: «¿Qué os prescribió Moisés?». Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla». Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto».
Comentario del Evangelio
Hoy los fariseos vuelven a la carga y ponen una trampa a Jesús. Irónicamente le dicen que Moisés les aprobó el divorcio. Pero Jesús no se las calla: —Ahí Dios tuvo que ceder porque tenéis un corazón duro, egoísta.
—Dios no hizo el matrimonio para el divorcio, sino para el Amor: ¡ese amor auténtico que ni se apaga ni se acaba!