«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo». De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas».
Comentario del Evangelio
Hoy ponen a prueba a Jesús y le someten a interrogatorio para ver si dice algo “nuevo”. Y, ¡sorpresa!: lo de Jesucristo es novedoso pero no es nuevo. Como Hijo del Padre, lo que hace es elevar la Ley y los Profetas hacia un nuevo horizonte: ¡hijos de Dios!
—Dios no es el “dios” que nos inventamos. Jesús nos lo muestra como Padre que mendiga amor entre sus hijos y exige que nos amemos como hermanos.