«Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús vuelve a insistir en el perdón. ¡Es un tema básico! ¡Ahí nos va la paz! Humanamente hablando, no se puede vivir sin perdonar. Negarle el perdón al que me pide disculpas es como obligarle a seguir endeudado conmigo, es tanto como mantenerle esclavizado.
—Y desde el punto de vista sobrenatural, es decir, desde la visión de Dios, es un ridículo total no perdonar a nuestros hermanos cuando resulta que Dios a mí me ha perdonado infinitamente más.