Vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino.
Comentario del Evangelio
Hoy la escena da pánico. Jesús expulsa a unos demonios del interior de dos hombres poseídos. Los demonios reconocen al Señor: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios?»… «Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos». Y se precipitaron al mar ahogándose. ¡Tremendo! El diablo, si no puede destruir al hombre, al menos, trata de destruir a la creación.
—Los demonios confiesan a Dios. ¿Y los hombres? «Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término». ¡Preocupan más los puercos que la acción destructora del Diablo!