Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguéis, para que no seáis juzgados».
Comentario del Evangelio
Hoy seguimos escuchando el Sermón de Jesús. Ahora nos recomienda no precipitarnos al hablar de los demás. ¡Fácilmente los machacamos “dictando sentencia”! Es lamentable, sobre todo considerando que nuestro conocimiento de las personas es muy limitado. No así la mirada de Dios, que lo conoce todo de todas las almas y alaba lo más positivo de ellas.
—Otra manera fácil de “esconder” mis defectos es hablar (incluso exagerar) los defectos de otros. «Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano». —Jesús, quisiera ver con tus ojos misericordiosos.