El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo».
Comentario del Evangelio
Hoy recordamos el día más feliz de san José. La Virgen estaba embarazada por intervención milagrosa de Dios. ¡Es el misterio de la Encarnación! Y, para respetar el “silencio” de este misterio, José pensaba que debía dejar sola a María: ¡Ella y su Hijo!
—¡Respetar! ¡Y para respetar, fortaleza! Así es San José: no se precipitó, rezó y obedeció. ¡Y fue feliz!