Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios».
Comentario del Evangelio
Hoy tenemos la alegría de tropezarnos, por fin, con un escriba sensato. No hay nada más sano que dar la razón a Cristo: “Amar a Dios con todas las fuerzas y al prójimo como a uno mismo”.
—En la Cruz, Jesús puso “Carne” a este precepto.