Mucha gente acompañaba a Jesús; Él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío…».
Comentario del Evangelio
Hoy descubrimos que la vida cristiana es un viaje con Jesús. Y en su “auto” cabemos todos: familiares, amigos… Aunque muchos se apuntan a ser cristianos, en realidad, no viajan con Jesús: se quedan en el punto de partida, o abandonan pronto, o hacen otro viaje con otros compañeros… ¿Eso? ¡Problemas de equipaje!
—Pues… ¡el equipaje es la Cruz! ¡Vale la pena si es para ir con Jesús!