«¡Ay de vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar aunque sin omitir aquello».
Comentario del Evangelio
Hoy, el Divino Pastor se queja de que aquellos “falsos pastores” —fariseos y doctores de la ley— hacían y cumplían, pero no amaban. Jesús, el Buen Pastor, se pone al frente del rebaño. De igual modo, los buenos padres han de ser un buen modelo: el ejemplo arrastra; los buenos educadores se esfuerzan en vivir las virtudes que enseñan. Esto es la coherencia. No solamente con un dedo, sino poniendo la vida.
—¡Menos teorías y más hechos!: las almas grandes son grandes porque ponen amor en las cosas pequeñas.