Entrando Jesús en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles: «Está escrito: ‘Mi casa será casa de oración’. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!».
Comentario del Evangelio
Hoy resulta muy oportuna esta grave advertencia de Jesús. El aviso sigue vigente, ¡muy vigente! En bastantes zonas de la sociedad occidental se ha debilitado el sentido de lo sagrado. Hay algunos lugares en los que las bodas (o los funerales, o las Primeras Comuniones) parecen más un estadio (o una sala de convenciones) antes que un templo. ¡Cuánto menos rezamos, más hablamos!
—Cuando Jesús se disgustó en el Templo (hace 2.000 años), Él todavía no estaba presente a través de la Eucaristía. Ahora sí. ¡Pues imagínate qué disgusto para Él!