Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas.
Comentario del Evangelio
Hoy “vemos” que Dios lo “ve” todo. Dios, siendo tan grande como es (infinito), tiene especial afición por lo pequeño. ¡Curioso! Varias veces dijo que el Reino de los Cielos es como el grano de mostaza: ¡una semilla pequeñísima! Como aquella pobre viuda. A ojos de los hombres no contaba para nada, era insignificante su aportación.
—A Dios no le importa la cantidad sino la calidad. Aquella mujer al echar “todo lo poco” que tenía, en realidad, echó amor. ¡Eso despertó la mirada de Jesús-Dios!