«Os digo que habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión».
Comentario del Evangelio
Hoy, la “Parábola de la oveja perdida” nos transmite consuelo y esperanza. Porque, ¿quién no ha estado perdido en esta vida? Sorprende que los fariseos y escribas se quejaban (a espaldas de Jesús) diciendo: «Éste acoge a los pecadores». Por lo visto esos tipos nunca se habrían perdido. ¡Nunca! ¡Eran perfectos! Eso creían ellos; porque en realidad dan mucha pena: estaban ciegos, despreciando a los demás, siempre con cara de funeral…
— El segundo nombre de Dios es “Misericordia”. ¡Qué gran consuelo saber que mi Padre-Dios siempre me sonríe, especialmente cuando regreso a Él!