Se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús nos enseña que no hay que “ayunar por ayunar”, como quien cumple una norma sin más. «¿Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos?». Ahí está la cuestión: por encima del “cumplimiento” está la ley del amor (la caridad). ¿Te imaginas a ti mismo ayunando en una boda?
—Los santos no son tipos aburridos: saben que hay un tiempo para ayunar y un tiempo para festejar. Además, tienen presente el sentido más profundo del ayuno: acompañar a Jesús en la Cruz. —¿Cuánto tiempo hace que yo no paso por el Calvario?