Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor.
Comentario del Evangelio
Hoy admiramos la generosidad de Santa María. Ella, con el Niño y san José, sube a Jerusalén. Jesús tiene 40 días. La Virgen lo lleva al Templo para ofrecerlo a Dios: el “Niño-Dios” es ofrecido al “Padre-Dios”, para nuestra salvación. Así, a través de María el Hijo se ofrece al Padre.
—María se “desprende” de su Hijo... Años más tarde, al pie de la Cruz escuchará: «Mujer, ahí tienes a tu(s) hijo(s)». ¡Vaya cambiazo!: Ella entrega a su Hijo y, a cambio, Ella nos recibe a nosotros. ¿Quién sale ganando? Todos, sin duda.