En aquel tiempo, dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador».
Comentario del Evangelio
Hoy nos impresiona la respuesta de la Virgen ante la alabanza que le hizo su prima Isabel. María responde con una oración que ya es tradicional, llamada el “Magnificat”. Ella no tiene miedo de Dios y, por eso, proclama la grandeza de Dios. Alaba al Señor con agradecimiento y alegría, recordando los beneficios que Dios ha concedido a Israel durante siglos.
—¿Sabes por qué Herodes tuvo miedo de Jesús? ¡Porque no rezaba! y, por tanto, no entendió que Dios es infinitamente bueno.