«Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida».
Comentario del Evangelio
Hoy Jesús nos pide un espíritu despierto y vigilante. ¿Ocurre algo? Sí, que Cristo vino a la tierra hace veinte siglos y muchos todavía no se han enterado o no le hacen caso: sus corazones están muy ocupados con cosas y más cosas. La libertad sirve sobre todo para amar, no para entretenerse.
—Cuando rezamos somos capaces de honrar a Dios en medio de este mundo tan apasionante, gozando de las cosas sin dejarnos robar el corazón por las cosas. ¡Sólo un amor tiene derecho a “robar” mi corazón!