Domingo 34 del tiempo ordinario: Jesucristo, Rey del Universo (A)
Texto del Evangelio Mt 25,31-46
«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de Él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros...».
Comentario del Evangelio
Hoy, Jesús nos muestra que el sentido de la realeza es el servicio a los demás. Él afirmó de sí mismo que era Maestro y Señor, y también que era Rey, pero ejerció su realeza lavando pies y derramando Sangre. Jesucristo reina, primero, desde una humilde cuna (¡un pesebre!) y, después, desde un trono muy incómodo (¡la Cruz!).
—Ahí está la realeza de Cristo: el triunfo del amor. En el juicio final la última palabra la tendrá el amor —o el “des-amor”— de cada uno. ¡Garantizado por Jesucristo!