«Soy yo, no tengáis miedo!». Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua». Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse...
Comentario del Evangelio
Hoy, Simón Pedro nos sorprende: es capaz de andar sobre el mar imitando a Jesús y, de repente, le entra el miedo y la duda… y se hunde.
—¿Vamos a confiar en Jesús sólo cuando no sopla el viento, cuando no hay problemas? ¿Tomamos a Dios por un mago? ¡Es normal que se mueva el aire! También debiera ser normal esperar en Dios.