Al ver Jesús a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
Comentario del Evangelio
Hoy compartimos con Jesús este sentimiento de abatimiento cuando vemos a tantas personas indiferentes ante Dios. Tienen buen corazón, pero la luz de Navidad no ha entrado a fondo en sus corazones. ¡Es un misterio!: ¿por qué yo sí veo, y otros no? No hay respuesta teórica. Pero sí tenemos una respuesta “práctica”: Jesús llamó a sus discípulos, les dio poder para curar toda enfermedad y los envió a la gente.
—¿Qué poder es ése? Nuestra alegría y nuestra sonrisa, porque sabemos que el Hijo de Dios ha venido a salvarnos.