Jesús y sus discípulos llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo.
Comentario del Evangelio
Hoy la escena es curiosa. Jesús atiende el ruego que le hacen y para curar al ciego se lo lleva fuera del pueblo. ¿Por qué? Sencillamente porque Jesús no es un “mago de fiestecilla”, no busca el espectáculo. Los fariseos le pedían que hiciera algún milagro visible; Dios, en cambio, actúa discretamente.
—¡Dios actúa discretamente! Si hace un milagro no es para lucirse, sino para ayudarnos: ¡el Amor es servicial y silencioso!