Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo (C)
Texto del Evangelio Lc 9,11b-17
Jesús tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. Comieron todos hasta saciarse.
Comentario del Evangelio
Hoy asistimos al milagro de la multiplicación de los panes y peces: fue un presagio de la Eucaristía. ¡Comieron todos! ¡Se saciaron! ¡Hubo para todos y sobró! Así és el Amor de Dios: abundante hasta el Infinito.
— Siglos después, el Cuerpo generosamente sacrificado de Cristo (¡y resucitado!) se sigue partiendo y repartiendo cada día entre millones y millones de seguidores suyos. Sigue habiendo para todos: los “límites” los ponemos nosotros con nuestra falta de fe.