Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo (B)
Texto del Evangelio Mc 14,12-16.22-26
Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, éste es mi cuerpo». Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio (...). Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos».
Comentario del Evangelio
Hoy asistimos a una proeza divina: sólo Él tiene imaginación y poder suficientes para realizarla. ¡Es increíble! Dios nos ama con tal locura que no se ha conformado con el sacrificio de su Hijo en la Cruz: ha querido regalarnos este sacrificio; ¡nos podemos comer el Cuerpo sacrificado del Señor!
—Eso no es fácil: para ello Jesús se ha humillado más que en la Cruz escondiéndose en el frágil Pan consagrado, para poder ser partido y repartido… ¡Sin límites!