Hoy, el Señor da una sorpresa a los Apóstoles: alguien le va a traicionar. ¡Se quedan tristes! Jesucristo les avisa para que estén preparados.
Sólo “Alguien” —Jesús— que tiene la mirada eterna de Dios puede decir qué es lo que va a suceder. Entonces, cuando todo eso pase, comprobaran otra vez que Jesús es Dios, que Jesús es “Yo Soy”. Siglos antes, cuando Moisés preguntó a Dios cuál era su nombre, Dios le respondió: “Yo Soy”…
—Jesús me lava los pies derramando su Sangre por mí. ¡Jesús, no permitas que te traicione!