Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?».
Comentario del Evangelio
Hoy quedan claras las cosas: siempre hay que perdonar («hasta setenta veces siete»). Intenta multiplicar 7x7 unas 70 veces: ¡no podrás! Dios sí que puede (quizá por eso todavía no se ha cansado ni se cansará de nosotros). Si Dios te da un corazón grande te será más fácil perdonar. ¡Sepamos disculpar, que es mucho lo que debemos a Dios!
—El final de la parábola de hoy es trágico: el Padre celestial nos entregará al verdugo «si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano». ¡Quien no perdona se auto-incapacita para pedir y recibir perdón! ¡Trágico!