Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré».
Comentario del Evangelio
Hoy escuchamos la respuesta de Tomás cuando los otros Apóstoles le dicen que han visto a Jesús resucitado. ¡Dios no se merece la respuesta de Tomás! “Tocar”, “tocar” y “tocar”: a los hombres nos ha entrado la manía de que, si no tocamos, no creemos. Pero, ¿qué clase de Dios deseamos tener? ¿Un muñeco?, ¿una mascota?
—Tratándose de Dios, ¿no es más adecuado responder: «Señor mío y Dios mío»?