Papa reformador, con profunda espiritualidad y erudición. Evangelizó pueblos invasores

Hoy nos removemos recordando la generosidad y espíritu de servicio de este gran Papa (540-604). Siendo joven llegó a ser prefecto (alcalde) de Roma, destacando por el orden y la disciplina. Dejó ese cargo para llevar una vida de monje, entregándose a la oración con Cristo y a la lectura de la Biblia. Sin embargo, su amor a Dios le despertó la inquietud por atender a las personas. Escogido como obispo de Roma, Gregorio trabajó por la defensa de la ciudad frente a las invasiones violentas de los longobardos. Procuró la paz y la evangelización de los invasores. Eso mismo también lo hizo a nivel de Europa. Además, organizó la asistencia social de mucha gente pobre y hambrienta, en medio de aquel ambiente de invasiones. —El papa Gregorio firmaba con el título de “siervo de los siervos”. Desde entonces, los papas han usado este título. ¡Todos debiéramos imitar esta disposición a servir a nuestros hermanos!