En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros sois la luz del mundo».
Comentario del Evangelio
Hoy hablamos de san Justino, filósofo y mártir, el más importante de los Padres apologistas del siglo II. Nació en Tierra Santa. Durante mucho tiempo buscó la verdad, peregrinando por diferentes escuelas de la tradición filosófica griega. Por último, un misterioso personaje, un anciano con el que se encontró en la playa del mar, le explicó que tenía que acudir a los antiguos profetas para encontrar el camino de Dios y la “verdadera filosofía”. Al despedirse, el anciano lo exhortó a la oración, para que se le abrieran las puertas de la luz. Al final de un largo camino filosófico de búsqueda de la verdad, llegó a la fe cristiana. Fundó una escuela en Roma.
—Por este motivo fue denunciado y decapitado en torno al año 165, en el reinado de Marco Aurelio, el emperador filósofo a quien san Justino había dirigido una de sus Apologías.