Hoy la Iglesia honra la memoria de Mons. Álvaro del Portillo (1914-1994). Nacido en 1914, destacó como sucesor de san Josemaría Escrivá en la dirección del Opus Dei. Fue un hombre de profunda fe y servicio a Dios. Su vida estuvo marcada por su entrega a la labor apostólica, guiando a muchos en su camino hacia la santidad. Su humildad y caridad lo caracterizaban, siendo ejemplo de vida cristiana para todos. Como Obispo, impulsó la expansión del Opus Dei y promovió la formación espiritual y humana de los fieles.
—En 2014, fue beatificado por el Papa Francisco, dejando un legado de amor a Dios y al prójimo que sigue inspirando a muchos hoy en día.