Jesús decía a todos: «Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará».
Comentario del Evangelio
Hoy conmemoramos el martirio de una joven virgen cristiana —Agata o Agueda— que vivió una de las más sangrientas persecuciones por parte del Imperio Romano, bajo el emperador Decio (s. III). Ella había consagrado a Dios su virginidad, y cuando la arrestaron por ser cristiana, primero, intentaron convencerla de hacer sacrificios a los dioses; al no conseguirlo, como castigo la obligaron a prostituirse. Agata pidió ayuda a Dios y no desfalleció ante sus torturadores.
—Ahora es patrona de Catania y de toda Sicilia y de los alrededores del volcán Etna, e invocada para prevenir los daños del fuego.