28 de enero: Santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia
Texto del Evangelio Mt 23,8-12
Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro».
Comentario del Evangelio
Hoy celebramos a santo Tomás de Aquino (1225-1274), fraile dominico, sacerdote y Doctor de la Iglesia. La vida y las enseñanzas de este santo se podrían resumir en un episodio transmitido por los antiguos biógrafos. Mientras Tomás, como acostumbraba, oraba ante el crucifijo por la mañana temprano en la capilla de San Nicolás, en Nápoles, el sacristán de la iglesia, oyó un diálogo. Tomás preguntaba, preocupado, si cuanto había escrito sobre los misterios de la fe cristiana era correcto. Y el Crucifijo respondió: «Tú has hablado bien de mí, Tomás. ¿Cuál será tu recompensa?». Y la respuesta que dio Tomás es la que también nosotros, amigos y discípulos de Jesús, quisiéramos darle siempre: «¡Nada más que tú, Señor!».
—«Concédeme, te ruego, una voluntad que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te agrade, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al final llegue a poseerte» (Santo Tomás de Aquino).