Maestro del amor divino. Promovió la devoción y la espiritualidad en la vida cotidiana

Hoy celebramos a un santo (1567-1622) que fue un gran maestro de almas: era alegre y optimista, tenía mucha paciencia, se preocupaba mucho por las personas y sabía guiarlas hacia Dios. En 1602 fue consagrado como obispo de Ginebra. Conoció a santa Juana de Chantal, con la cual fundó la Orden de la Visitación de Santa María. San Francisco de Sales, además, escribió un libro que se hizo muy famoso: “Introducción a la vida devota”. —San Francisco fue uno de los primeros autores espirituales en promover la santidad siguiendo a Jesús en medio del mundo y desde la vida ordinaria: «En cualquier situación en que nos hallemos, debemos y podemos aspirar a la vida de perfección».